Esta maravilla es una foto de otra foto dejada en la Luna por el astronauta
Charles Duke.
No la conocía hasta que hace unos días el gran
Xurxo Penalta la compartió en uno de esos inventos conocidos como “redes sociales”. Además hacía referencia a este
fabuloso homenaje.
Unos días antes, en la misma red,
otra mente inquieta y brillante con querencia por el metraje encontrado, el material de archivo, las películas domésticas y demás filones por aprovechar compartió un enlace a
yourlostmemories, un proyecto genial que pretende devolver a sus dueños/protagonistas películas caseras perdidas.
Y todo ello unos días después de que uno de los protagonistas de cierto álbum familiar me contestase a un mensaje enviado mediante la misma “red social”.
Publiqué el
Segundo Propósito de Enmienda en junio de 2008 pero no me parecía apropiado intentar localizar a sus protagonistas en la guía telefónica y molestarlos llamando a su casa. Lo fui posponiendo y guardé el álbum en un rincón hasta casi olvidarlo. En julio de 2011 lo encontré de nuevo por casualidad y se me ocurrió intentar localizar a la familia en cuestión mediante la misma “red social”. Di con uno de sus miembros y le envié un mensaje contándole que tenía el álbum y estaba dispuesto a devolvérselo si les interesaba.
Mientras esperaba respuesta,
otro amigo tan inquieto y brillante como los dos anteriores compartió en la susodicha red
mi colección de fotos de carné encontradas por la calle. Pocas horas después alguien identificaba a una de las protagonistas. Mensaje mediante, se mostró encantada de verse en la foto después de tantos años.
Fueron pasando los meses y me hice a la idea de que a la familia del álbum no le interesaba recuperar las fotos, que pensarían que quién era aquél chalado, etcétera.
Pero no. Su respuesta, recibida el día de Reyes de 2012, fue todo lo agradable y agradecida que se pueda imaginar: querían recuperar sus fotos, les hacía tanta ilusión como a mí devolvérselas.
Por si fuera poco, entre el hallazgo y la devolución me fui a vivir al barrio en el que había encontrado el álbum y resulta que mi enlace con la familia en cuestión vive al otro lado del parque. Dejé el álbum en la Asociación de Vecinos (que está en ese mismo parque) y las recogieron el mismo día.
Es evidente que las “redes sociales” tienen muchos aspectos negativos pero como plaza virtual en la que encontrarse y compartir cosas con los vecinos no tienen precio.