Visitemos el apasionante mundo de los epónimos. Para empezar con buen pie, nada como un buen reconstituyente. Curioseando sobre el origen de la raza canina "san bernardo" descubrí que debe su nombre a Bernardo de Menthon y no a Bernardo de Claraval.
No he podido evitar relacionar el barrilete de brandy de los esforzados perros rescatadores con esta imagen de San Bernardo de Claraval (hay más, pero mejor lo dejamos para otro día).
John Emms (1889).
Por el mismo precio,
el fascinante universo
de los pintores de perros
(san bernardos incluidos, claro).
Por el mismo precio,
el fascinante universo
de los pintores de perros
(san bernardos incluidos, claro).
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